Celia Cruz, una artista que siempre le supo dar a su carrera el no tan sencillo arte de la reinvención, llega a las puertas del gran emporio legendario de la música latina Fania All Stars en 1973 con una pequeña pero importante participación en la producción, valga la redundancia, de uno de los primeros productores de este sello, “El Judío Maravilloso”, el Mtro. Larry Harlow titulada “Hommy: a Latin Opera”. En dicha producción, la guarachera de Cuba interpreta el bolero ‘Gracia Divina’ salpicado por una amalgama rítmica de cha cha cha y son montuno.
Ese mismo año se presenta en pleno con las Estrellas de Fania en el coliseo Roberto Clemente de San Juan – Puerto Rico, donde inmortaliza la versión en vivo del tema Bemba Colorá, de esta manera fue su entrada triunfal al sello, digna de esta reina de la salsa.
La asociación con Johnny Pacheco

Celia en 1974 se une a Johnny Pacheco, una de las figuras fundadoras de la Fania All Stars y co-fundador del sello Fania, grabando un primer tríptico bajo la batuta del dominicano maestro con producciones tituladas Celia & Johnny (1974), Tremendo Caché (1975) y Celia, Johnny, Justo & Papo Recordando El Ayer (1976), esta vez retomando el formato tradicional de la música cubana de la cual Pacheco siempre fue un gran seguidor.
Esto sirvió de escenario musical para que la reina se sintiera como pez en el agua ya que dicho formato correspondía al mismo de La Sonora Matancera, su primera escuela, conformada por dos trompetas, conga, bongó con su campana, güiro, maracas, tres cubano (agregado en esta oportunidad para resaltar la esencia musical de la isla), piano y bajo.
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Temas como Quimbara, Toro Mata, Cucala, Dime si llegué a tiempo, Tres días de carnaval, Canto a La Habana, Equivocada (a dúo con su compatriota Justo Betancourt), fueron algunos grandes éxitos de estas producciones, además de nuevas versiones de viejos éxitos con La Sonora Matancera: Sopa en botella, Yerbero moderno, Ritmo, tambó y flores, etc.
El nacimiento de la dupla Colón & Cruz

En 1977 Celia hace una dupla más que acertada con “El Malo del Bronx”, Willie Colón, quien vino realizando ese mismo año trabajos paralelos como “El Baquiné de Angelitos Negros” y estrenando su nueva asociación con el panameño Rubén Blades lanzando el álbum “Metiendo Mano!”.

Digo que esta dupla fue más que acertada y necesaria, ya que en lo personal pienso que algo más faltaba en Celia para hacer un nuevo y verdadero “click”, dar la pegada, el punch, marcar la diferencia o de lo contrario se la comería el mercado revolucionario de los 70’s, así que optó con coraje y determinación desprenderse del sonido tradicional netamente cubano y tuvo como resultado sumar un escalón en su carrera.
Nuevamente reinventada con un nuevo traje sonoro, el de su álbum Only They Could Have Made This Album (Solamente Ellos Pudieron Hacer Este Álbum), mejor título imposible, ya que con el sello musical único de Willie Colón sorprendió al mundo salsero con una versión del Bossa nova, Usted abusó, como punta de lanza promocional.
La bomba puertorriqueña A Papá del gran Mon Rivera.
https://www.youtube.com/watch?v=JB3hma_5bf8
El bolero Plazos traicioneros de Luis Marquetti.
El merengue Pun Pun Catalu de Johnny Pacheco.
https://www.youtube.com/watch?v=1f1eZd-M6Lg
El tema Zambúllete dedicado a Panamá de la autoria de Hugo Santos y Osvaldo Carratu.
https://www.youtube.com/watch?v=vx7u9Dnsyfw
La ranchera convertida en salsa Tú y las nubes del inmortal compositor de la música popular mexicana José Alfredo Jiménez.
Le sigue un par de temas que no pueden faltar como sus pasaportes musicales cubanos que son Todos somos iguales y Dulce habanera, cerrando con otro par de temas grabados en antaño con La Sonora Matancera: Rinkinkalla y Burundanga.
Legado

Es muy evidente el cambio en sus soneos, la frescura de su voz, todo esto gracias a la lupa conceptual de Colón. Me atrevería a decir que acá tenemos, por primera vez, a una Celia más salsera y nuyorkina que le dio un breve y necesario respiro a la típica guarachera, pero sin dejar de ser Celia Cruz, y para nadie es un secreto que la versatilidad de su voz la hacía más manejable a los productores con los que les tocó trabajar en lo amplio de su carrera, ya que no se encasillaba en una sola tendencia, cosa que se pudo lograr con este álbum en adelante.

Y aunque la alianza Cruz/Colón prosiguió en dos posteriores discos en la década de los 80’s, éste, sin embargo, es insuperable porque se cumplió el dicho “la primera impresión es la que vale”.
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Sin duda, este es un álbum que nos hace una visita guiada por diferentes géneros musicales que con su característico arte se convirtió en su caja de resonancia de la década de los 70’s y que no puede faltar en la discoteca de los buenos melómanos salseros y seguidores del genio Willie Colón y de la maestra de la reinvención: Celia Cruz.