Esta era digital en la que vivimos nos enfrenta a grandes retos día a día. Primero que nada nos toca estar actualizados en todo lo referente a las nuevas tendencias tecnológicas, pues son las que nos facilitan muchas de nuestras actividades laborales, entre otras cosas claves de la rutina.
Pasamos de una era donde el dominio lo tenía la palabra, a una donde la imagen es la que tiene el poder, hoy más que nunca cobra vigencia el dicho que dice
“ Una imagen dice más que mil palabras”
Y es así, sobre todo a nivel de redes, que es donde nos pasamos el mayor de nuestro tiempo interactuando hoy en día, tanto si estás trabajando una marca personal como tu imagen personal, ambas nos exigen contenidos visuales de buena calidad.
Pero es lógico, ya que al pasar tanto tiempo dedicado a mostrarnos y vernos en estas diferentes comunidades, queremos presentarnos de la mejor manera. Por ello la relevancia de las fotos que publicamos, los videos que subimos, nos vamos familiarizando cada vez con diversas aplicaciones con las que podamos mejorar la apariencia de las fotografías tomadas desde nuestros dispositivos.
Esas imágenes cada vez tienen más contenido, más información, buscamos la manera de que no sea sólo una foto, ya lleva impregnada cierta carga de mensajes hacia nuestra audiencia de destino. Por ejemplo, si te dedicas al área gastronómica es de vital importancia cada preparación que elaboras se vea apetitosa, colorida, provocativa, por tanto toca conocer un poco sobre la fotografía hacia el área gastronómica así como también le anexamos información pertinente a los ingredientes usados o técnicas de preparación.
Este ritmo de la era digital nos está llevando a ser cada vez más autodidactas, a investigar, a revisar información, tutoriales que nos enseñan como hacer tales y cuales cosas. Es vertiginosa la velocidad con la que se produce contenido, más sin embargo nos estamos también educando en el arte de discernir que consumir y que no.
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