Las telefonías, apps, redes sociales, websites, tiendas, libros, revistas, periódicos, carros que te llevan al destino, relojes que te notifican un correo y ese supermercado en donde puedes llenar tu carrito virtual de comida y pedirlo para llevar a domicilio, son muestras que nos apuntan a un mundo donde la convergencia tecnológica de diferentes tareas trabajan y evolucionan sinérgicamente para crear nuevas posibilidades de conexión. Esto por consiguiente, ha creado socialmente nuevas necesidades existenciales que se distinguen del pasado.
Por esta razón, hoy les traigo “La pregunta random de la semana”, esa pregunta que seguro te la haría una persona bien espacial … que seguro responderás ¿Wtf? e ignorarás, pero seguro vendrá a ti cuando estés sentado en el baño y divagarás en ella cuando no puedas dormir… ¿Qué me hace existir hoy?
Pues después de tantos momentos conmigo y con ayuda de algunos pensadores he llegado a ciertas ideas:
La idea de la existencia de uno mismo en el mundo se mantiene por una señal neuronal inducida por una acción, pero ¿Qué acción necesitamos para existir? Parece que el hecho de existir va más allá de estar completos y vivos, René Descartes en su época marcó la idea de la existencia con su inédita frase “pienso, luego existo” explicaba que era por las ideas y el cuestionamiento del humano lo que hacía identificarse como algo entre todas las cosas en el mundo, luego para los judíos la palabra hebrea kisid ?????? (escribir en español), es una palabra poderosa ya que el humano existe gracias a una palabra especial el cual lo separa de un montón de tierra. De modo que, con estas analogías la existencia de Daniela sería una idea que surgiría por un acto individual, si ella piensa y materializa las ideas, entonces ella existe.

Sin embargo, actualmente el desarrollo humano ha mostrado otras pruebas que nos han llevado a cuestionar esto como acción primera. Con esto no quiero hacer una declaración de guerra al racionalismo, solo quiero compartirles este contraste entre lo que nos hacía existir antes y lo que nos hace ahora. Por ejemplo:
We are social en su informe minucioso del uso del Internet y El Social Media en 30 países reportó que en el 2016 de los 7.395 millones de habitantes del planeta, 3.419 millones tienen acceso a Internet (un incremento del 10% en un año) y 2.307 millones usan regularmente las redes sociales (+ 10% desde enero de 2015). 3.790 millones de personas utilizan un teléfono móvil (+ 4% en un año) y 1.968 millones de personas acceden a las redes sociales a través de estos.

Estos datos explican claramente como el 46% de nosotros estamos conectados, sea cual sea el motivo estamos en un mundo digital que constantemente crece, en donde te levantas y apagas la alarma de tu celular, revisas tus mensajes, luego vas en camino mirando las publicaciones del día, de manera que la interacción en línea es parte de tu vida diaria. Para más personas cada instante es una oportunidad para estar conectado a alguna red social, incluso para algunos los celulares o dispositivos tecnológicos son una extensión de su cuerpo capaz de compartir gustos , ideas o aprobaciones en su entorno social.

Pienso, materializo y comparto … El Mayor Acto de Existencia
Estamos conectados tan solo para intercambiar información, después de tantos movimientos revolucionarios que desarrollaron el pensamiento, de grandes descubrimientos científicos, luego de tanta diversidad cultural e industrialización llega el Internet y la tecnología digital para interconectarnos instantáneamente, siendo tan importante esta acción para la mayoría que parece que existir pasa de ser una acción individual a una colectiva, ahora me pregunto, ¿si nos conectamos para ser parte de algo más grande y por lo tanto existimos?
En mi punto de vista, hoy en día no se trata solamente de copiar y pegar información o repetir como loros parlanchines lo que se ve a simple vista, se trata de la suma de todo lo que nos ha hecho existir; de cuestionar, investigar y desarrollar nuevas ideas para luego compartirlo en conexión con otros. La verdad es que el acto de pensar es tan imprescindible como el hecho de estar conectados incluso en nuestra individualidad podemos conectarnos con el mundo y mas cuando hablamos de un mundo tecnológico y globalizado.