Hace 20 años se estrenaba en los cines una de las películas más recordadas de los años noventa, dirigida por los hermanos Joel y Ethan Coen, El gran Lebowski (The Big Lebowski) fue una cinta que en su momento paso sin pena ni gloria por la salas de cine de esa época, y a pesar de no ser bien recibida por la crítica en esos momentos, hoy en día es considerada una joya de culto y una de las comedias más aplaudidas del cine contemporáneo.
También podría interesarte: “The new sound of Venezuela gozadera”: 20 años de funk…
La mezcla perfecta entre personajes excéntricos pero bien desarrollados y una historia compleja y disparatada terminan siendo la fórmula perfecta usada por los hermanos Coen para crear una comedia que se podría definir como ridículamente buena, y es que ya casi dos décadas después de su estreno, esta cinta sigue encantando y atrayendo a millones alrededor del mundo.
Una historia disparatada, pero sólida
Es difícil definir con exactitud a esta película, sin duda, estamos ante un guion alocado pero bastante efectivo, en todo sentido.
La película nos narra la historia de Jeffrey Lebowski (Jeff Bridges) más conocido como ‘The dude’, un vago sin oficio que disfruta jugar de bolos en la ciudad de Los Ángeles, donde pasa la mayoría de tiempo fumando marihuana y bebiendo rusos blancos. Un día, unos matones lo confunden con un multimillonario con el mismo nombre (David Huddleston) y a partir de acá, se generaran una serie de hechos disparatados donde el personaje de The dude se verá envuelto.
Los hermanos Coen no niegan que se basaron en las obras de Raymon Chandler para la creación de su obra de culto, la influencia del escritor estadounidense es casi notoria, pero el sello distintivo de este dúo se percibe casi instantáneamente, y como es costumbre los personajes extravagantes y el clásico humor negro están presentes.
Escenas memorables
La filmografáa de los hermanos Coen esta compuesta de escenas inmortales (El hotel quemándose en Barton Fink, el secuestro en Fargo, etc) pero sin duda alguna, las escenas de El gran Lebowski están un escalón por encima en cuanto a creatividad.
Prueba de esto es la escena donde se introduce al personaje de Jesus Quintana (Jhon Turturro), el cual podría considerarse y sin ser nada exagerados, como una verdadera obra maestra del cine contemporáneo y un claro ejemplo de cómo introducir a un personaje en la historia, todo esto acompañado de el mítico cover de Hotel California, interpretado por los Gypsy Kings.
Y es que El gran Lebowski esta plagada de escenas clásicas, incluso la intro de la película se podría considerar como una obra de arte, escenas que con el paso del tiempo nos confirman que esta película sigue tan fresca y vigente en nuestras mentes.
Personajes fuera de lugar
Otro de los grandes aciertos de la película es sin duda alguna, sus personajes, y es que es difícil imaginar otra película con personajes tan diversos y excéntricos (con el respeto de Pulp Fiction).
Walter Sobchak (Impresionante Jhon Goodman), un ex combatiente de la guerra de Vietnam, obsesionado con las reglas del bowling y totalmente dominado por su ex esposa, totalmente inestable emocionalmente y de carácter violento.
Cada línea de este personaje es oro puro, John Goodman, que siempre se caracterizó por ser un secundario de lujo, ofrece el que quizás sea su mejor papel y uno de sus más recordados.
Tenemos a Donny, un excelente jugador de bolos caracterizado por ser muy ingenuo e interrumpir constantemente a Walter, interpretado por Steve Bucemi, este personaje prácticamente no tiene más de 10 lineas en toda la película, sin embargo ocupa un lugar importante en la trama.
Desde un grupo de nihilistas alemanes que planean un falso secuestro hasta un jugador de bolos cubano acusado de pedófilo, esta claro que el universo cinematográfico de los hermanos Coen están compuesto por personajes peculiares y marcados por su extravagancia, pero sin duda alguna El gran Lebowski es el que se lleva las palmas en este aspecto.
The Dude
La principal razón por la que El gran Lebowski es una película tan legendaria es precisamente por su personaje principal, The Dude (El nota en español), un hippie vago que disfruta de jugar bolos y fumar marihuana de vez en cuando, no se sabe a ciencia cierta a que se dedica ni la forma en que consigue su dinero, para algunos un fracasado y perdedor; para otros el Dude significa todo lo que quisieron ser en sus vidas.
Nadie puede negar que la influencia actual de la película se debe en mayor parte a este singular personaje, y es que, a pesar de los años, este ha sabido envejecer muy bien, Jeff Bridges, actor quien inmortalizó a Jeffrey Lebowski, ha declarado en más de una ocasión que su vida cotidiana no es tan diferente como el mítico Dude.
Tanto es su legado en la cultura popular que incluso existe una religión llamada Dudeismo, donde los adeptos de esta se encargan de tener un estilo de vida parecida al personaje principal de la película, adoptando su filosofía de vida.
Convertido con el tiempo incluso en un icono de la moda, no es exagerado pensar que The dude es una de las mejores creaciones cómicas de todos los tiempos.
Es una de las mejores películas de los hermanos Coen
A pesar de no haber contado inicialmente con una respuesta favorable de la crítica ni del público, El gran Lebowski se ha ido consolidando con el paso de los años como una de las mejores películas de la filmografía de los Coen.
Su poco convencional pero bastante original guion, su impecable dirección, sus notables diálogos (es imposible no aprenderse cada diálogo de esta película) y personajes, y si a eso le sumamos una excelente banda sonora, el resultado es un clásico moderno del cine, una película que justamente ha ido ganando fanáticos con el paso del tiempo a tal punto de tener ese estatus de culto, que la hace inmortal.
Para algunos quizás suene exagerado y hasta escandaloso pensar que cataloguen esta película como una obra maestra, tampoco es ni por lejos la mejor película de los Coen (Fargo y Barton Fink se disputen ese puesto), pero lo que si es seguro es que estamos ante una obra clásica que merecidamente se podría considerar como una de las grandes comedias de todos los tiempos.
Y es que, como dice nuestro querido protagonista, “The Dude Abides”.