El polémico pasaporte inmunológico está cada vez más cerca. Alrededor del mundo, se potencia la idea de hacer un esfuerzo por cruzar la información e informar sobre quienes ya han sido “inmunizados”.
La iniciativa de Vaccination Credential Initiative (VCI, o Iniciativa para una Credencial de Vacunación), se fundamenta en el desarrollo de un sistema que permita encriptar una copia digital de las credenciales de vacunación de una persona. Dichas credenciales, podrán ser almacenadas en cualquier billetera virtual (previamente seleccionada) como Apple Wallet, Google Pay, entre otros.
Para crear el Pasaporte Inmunológico Digital, se utilizará la plataforma abierta SMART, Health Cards y los estándares W3C y HL/ FHIR, para que las Organizaciones que se encuentran administrando las vacunas en todo el mundo puedan hacer accesible y universal los datos de vacunación.
Por otro lado, si una persona no posee un teléfono inteligente, se espera que la copia digital pueda ser impresa e incluya un código QR de fácil lectura para las autoridades pertinentes.
Pruebas Digitales de Vacunación
Las empresas tecnológicas se unieron a la coalición de VCI para trabajar en propuestas que sean compatibles con las necesidades y regulaciones alrededor del mundo. La visión de estas compañías es colaborar en liberar la información de salud alrededor del mundo, facilitando la toma de decisiones y trazabilidad.
Algunas de las empresas que se han anotado en este titánico proyecto son:
- Carin
- Cerner
- Change Healthcare
- The Commons Project
- Epic
- Evernorth
- Mayo Clinic
- Microsoft
- Mitro
- Oracle
- Safe
- Salesforce
Consideraciones éticas del Pasaporte Inmunológico
En Chile, el Centro de Bioética, Facultad de Medicina. Clínica Alemana Universidad del Desarrollo, ha realizado diversas publicaciones para llamar a la reflexión sobre el pasaporte inmunológico, indicando la necesidad de estudiar mucho más las implicancias que dan origen a este documento, dentro de los puntos destacados se encuentran:
- Es necesario conocer aspectos esenciales de la inmunidad adquirida luego de la infección producida por el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
- Existe la posibilidad que aquellos que posean este pasaporte relajen las medidas de seguridad impuestas por la autoridad sanitaria, pudiendo así contagiar a terceros.
- Puede haber una población a la cual le resulte atractivo tener este pasaporte, incurriendo de manera deliberada en conductas de riesgo para adquirir la enfermedad, y así poder participar de la vida social, civil y económica, especialmente si no están en condiciones de mantener ingresos durante los períodos de confinamiento.
- Podría contribuir a discriminar desde el punto de vista laboral a aquellos que tienen el pasaporte de inmunidad, con lo que de alguna manera se benefician los empleadores de este capital inmunológico que han adquirido sus trabajadores.
- Este pasaporte puede ser adulterado o transado en el mercado, si los gobiernos no dan garantías respecto de la seguridad del formato que se usará para entregarlo y quiénes tendrán acceso al testeo necesario para certificar la inmunidad.
- Cuando se reanuden los viajes internacionales, los países pueden considerar como requisito de ingreso el tener evidencia de inmunidad para el SARS-CoV-2, ya sea adquirida a través de vacunas o por contagios previos.