Lo menos que se puede decir de Justice League es que es un desastre de película. No tiene ninguna coherencia estética, ni técnica, ni argumental. Si bien no fue un fracaso financiero, puso al multiverso que DC y su socio en la industria del cine, Warner Brothers, en una complicada situación para continuar desarrollando sus personajes y ofrecer alguna resistencia a la dominación casi absoluta de Marvel y Disney.
La cinta era la tercera entrada de un enfoque global que DC estaba buscando dar a sus propiedades luego de la trilogía de Christopher Nolan con El Caballero de la Noche. Si algo había quedado claro al final de The Dark Knight Rises, es que una saga de superhéroes podía ser exitosa financieramente y con la crítica al mismo tiempo que cruda, tratando el género con seriedad.
Los graves acontecimientos internos en la producción de Justice League de Joss Whedon
Cuando DC y Warner revivir a la joya de la corona, Superman, encargan a Zack Snyder, con un récord de realizaciones algo errático, de iniciar una nueva trilogía que terminaría resultando igual de errática: Man of Steel, una película en solitario de Superman, con Henry Cavill como el Hombre de Acero; Batman v. Superman, introduciendo a Ben Affleck en el papel de Batman, y a Gal Gadot como Wonder Woman, y finalmente, Justice League, en la cual se unen Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher).
La primera de esas cintas tiene sus méritos y es sin duda un esfuerzo interesante. La segunda tiene momentos revisitables, pero el producto final deja mucho que desear. La tercera, es, como ya lo mencionamos, un verdadero fracaso.
Pero ese el resultado de Justice League no fue fortuito. Snyder, quien tenía en sus manos la dirección, el guión, pero sobre todo la visión de lo que quería lograr, abandona la película en post-producción por el suicidio de su hija, y en una controversial decisión, los productores le entregan a Joss Whedon las riendas del filme, uno se imagina que con la esperanza que Whedon lograra la magia de reproducir el éxito que tuvo con Avengers de Marvel. Craso error.
Whedon usó lo que quiso de lo ya filmado, reescribió la historia, filmó nuevas escenas, dio una nueva dirección al camino que estaba siguiendo Snyder, y el producto es un verdadero monstruo de Frankenstein.
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Para tratar de rescatar lo que Snyder estaba tratando de construir, hace unos meses Warner y su cadena afiliada HBO anunció que lanzará en exclusiva Zack Snyder’s Justice League (o el Snyder Cut como se ha apodado), a través de su canal de streaming HBO Max, noticia que generó sorpresa y porqué no, entusiasmo, entre los fanáticos que esperaban ver un filme de mucho mejor calidad.
El pasado sábado 22, como uno de los eventos centrales del DC Fandom, Warner estrenó el trailer de la nueva versión de la cinta, el cual lo puedes disfrutar acá:
https://youtu.be/z6512XKKNkU
Ahora bien, normalmente una película mala sufre de dos maneras: financieramente – y a Justice League no le fue tan mal tal vez gracias al valor de los personajes – y de reputación, algo que ya hemos dejado claro carece esta película (según el agregador de críticas Rotten Tomatoes, Justice League suma 40% de aprobación).
Lo que es menos común es que además la producción tenga una historia oculta de intrigas y malas prácticas, y resulta que Justice League la tiene.
WarnerMedia abre una investigación interna
El pasado 20 de agosto, dos días antes del inicio del DC Fandom, se supo que WarnerMedia ha abierto una investigación interna para corroborar la veracidad de los supuestos “groseros abusos de poder” cometidos durante a producción del filme por Joss Whedon, y dos sus productores, Geoff Johns y Jon Berg, denunciados públicamente por Ray Fisher (Cyborg) a través de la red social Twitter.
La revista de entrenamiento Variety supo de buena fuente que “WarnerMedia no ha prejuzgado a Whedon, Johns o Berg, que la investigación no se limita a ellos, y que, para preservar la integridad de la investigación, la compañía no la llevará a cabo en la esfera pública.”
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Al saberse la noticia de la investigación, Fisher agradeció por Twitter a WarnerMedia y a su propietaria, AT&T, por “el esfuerzo en garantizar un lugar de trabajo más seguro para todos!”.
Los escándalos de abusos en la industria del entretenimiento no son cosa extraña, y poco se sabe de los detalles de lo alegado por Fisher, pero no deja de llamar la atención el momento del anuncio, justo antes del DC Fandom, y por lo que pudimos ver del tráiler, y por lo que vimos del evento, incluso en boca del mismo Snyder, el rol de Cyborg será mucho más relevante.
Más allá de si las denuncias son ciertas o no, no es descabellado pensar que un buen equipo de mercadeo aprovecharía la ocasión para manchar aún más la reputación del filme de Whedon y elevar el perfil del filme por venir, pero eso es meterse en el mundo de la especulación.
Por ahora debemos esperar, por una parte, el resultado de la investigación interna de WarnerMedia, y por otra, que en algún momento del 2021 disfrutemos del Snyder Cut.
